Definitivamente nosotros debemos estar convencidos de que la familia es un ente muy importante y que el enemigo lo sabe muy bien por lo que tiene en frente preparado para atacar de muchas formas al núcleo familiar. Primero va a atacar con ignorancia a aquellos que desean llegar a casarse, con el propósito de desorientarlos y no sepan que decisiones tomar para entonces conformarlos a las ideas del mundo, llevando ese matrimonio al fracaso. Pero no solo va a trabajar en los matrimonios en cierne, también en aquellos ya formados, que tal vez hasta ya han sido deformados por el mundo con sus ideas.Cuando estos matrimonios llegan al Señor, tienen problemas muy serios para enderezar todo lo que hicieron con anterioridad. Tal vez como aquella persona que, buscando ayuda, visito a psicólogos, alcohólicos anónimos, consejeros, etc. buscando la salida a sus problemas, pero estos no acabaron. Ahora, al llegar a Cristo cree que en un abrir y cerrar de ojos se van a solucionar tristemente no es así.De la misma manera en la que se descomponen las cosas, y de la misma manera en que se siembran y cuidan las cosas malas para finalmente cosechar eso: cosas malas, así mismo la restauración lleva un proceso. Dios le da tiempo al tiempo y quiere solucionar las cosas según su criterio y no el nuestro.El tiene un propósito para nuestras vidas en todas las cosas que nos suceden, no son despropósitos sino que en ese proceso nos desea cambiar. A veces le toca tratar caracteres duros que necesitan más fuego en el horno para luego moldearlos.Tal vez tu hogar no inicio con todas las de la ley, pero en el proceso de restauración de Dios puede ser transformado.
Ahora, imaginémonos que probabilidad de éxito le daría a una persona que se casa con una ramera? Ninguna. Pues la Biblia nos relata el caso de una ramera que fue la única que logro rescatar su casa de toda la ciudad donde vivía. Su nombre: Raab.
Ella vivía en Jericó, una ciudad maldita y ella era maldita dentro de los malditos. Era una mujer que vivía en la periferia de la ciudad, despreciada, desechada por su familia y tal vez la necesidad que tenia en su corazón hacia que su esperanza de cambiar muriera.Resulta que Raab había escuchado acerca de las maravillas que el Dios de los Israelitas había hecho con estos. Ella en lo profundo de su corazón anhelaba cambiar, y con esa esperanza compraba lino para vestirse con santidad.
Cuando recibió a aquellos dos varones israelitas en paz, y los escondió en la terraza de su casa, arriesgo su vida. Pero con este acto hizo que su esperanza, ya crecida, se convirtiera en fe.
Tu hogar en lo primero que debe ser fundamentado es en la esperanza, porque la esperanza no avergüenza. Después con la fe, porque vemos en Hebreos 11 que "por la fe Raab la ramera se salvo de la destrucción por haber recibido a los mensajeros en paz".
Después de la fe, con amor, porque en Mateo vemos que Raab esta metida en la genealogía del Señor Jesucristo. Y aquí hablamos de hogares que Dios agarro de la pocilga y que levanto hasta que llegaron a ser parte de la bendita ascendencia del Señor.
Así es que hay esperanza para los hogares que se iniciaron mal. No te avergüences si tienes la esperanza de que algún día tu hogar va a ser restaurado. Tal vez tienes hijos rebeldes, pero reten la esperanza, pues El puede transformar los desiertos en tierra fértil, los lugares que no tienen ciudades en lugares habitables, los sequedales en manantiales de agua. Si una persona tiene cáncer y Dios no le ha dicho que lo va a sanar, esa persona puede tener esperanza, el anhelo en su corazón de que será sanada. Cuando Dios le hable, entonces va a tener fe, pues esta es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Que no se acabe la esperanza en tu casa, pues Dios va a hacer la obra. Raab les había hecho jurar a los dos espías que no la mataran a ella ni a su familia. El problema era como iba a hacer para meter a su familia a su casa, pues esta era un lupanar. Lo que tuvo que hacer era acabar con su negocio y con su vida anterior.
Cuando la familia vio el cambio en su manera de vivir, le creyeron y estuvieron bajo la cobertura de Raab, ya no la ramera, sino la restaurada. La esperanza que Raab había anidado en su corazón se convirtió en fe y este cambio fue notorio e hizo salvar a los de su casa de la destrucción que vino sobre la ciudad maldita de Jericó.
Ahora veamos el fruto que dio este cambio de vida en Raab. En Mateo 1:45 se habla de las genealogías de donde vino nuestro Señor Jesucristo y dice: "…Salmón engendro de Raab a Booz…..".
Resulta que Booz era hijo de Raab y era el mejor hombre de Israel, que se caso con una mujer, que venia de una tierra de maldición: Moab. Booz es figura de Cristo que se casa con la moabita, nosotros. El no la desprecio porque sabía de donde lo habían sacado a el: del lodo, del muladar. Sabe por que fracasan muchos matrimonios? Porque la gente se las lleva de "fustán con picos" y por ser tan exigentes, se quedan con lo peor. Lo que deberían hacer es ir delante del Señor, ver la misericordia de Dios sobre sus vidas y ver en el cónyuge, que tal vez no llena las cualidades económicas, sociales o intelectuales (que seria lo optimo), si es temeroso (a) de Dios.Booz, cuya madre era Raab, vio en Ruth a una mujer temerosa de Dios, que ayudaba a su suegra y hallo gracia en sus ojos.
Lo importante no es tanto saber de donde nos saco el Señor a nosotros, sino que El nos levanta por su amor y misericordia. Lo que importa en la restauración del hogar es que tengamos esperanza, que tengamos fe y que nos enamoremos del Señor.
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor; estos tres, pero el mayor de ellos es el amor". No puede haber hogar sin amor, pero no puede haber amor sin fe y fe sin esperanza.
No pierdas la esperanza en tu casa. Si Dios restauro a Raab, que no va a hacer contigo? A ella se le cumplió la promesa que dice: "cree en el Señor Jesús y será salvo tu y toda tu casa". Tu ya estas en el camino de la restauración, no te desesperes, solo trata de tener el listón rojo y de cambiar tu forma de ser e invitar a los tuyos, pues cuando menos sientas van a estar metidos en el fluir maravilloso del evangelio. El hijo por el que lloras, el esposo por el que gimes, la esposa por la que clamas, va a llegar a los pies del Señor por su promesa maravillosa, pues para El nada hay imposible.
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